Los niños nacen con una serie de reflejos que le aseguran la supervivencia. A éstos reflejos se los denomina condicionados. Los mismos son, por ejemplo, succionar, aprehender, etc.
Para lograr un buen estímulo en sus habilidades futuras, se recomienda a los padres, estimular dichos reflejos, logrando así, el desarrollo de los mismos.
Como ya lo sabemos, un puente entre el aprendizaje potencial y el conocimiento adquirido, en edades tempranas, es el juguete.
Un juguete bien seleccionado, puede ser, además de un medio lúdico, de diversión y entretenimiento, un objeto propicio para construir saberes en primer término, y luego para transferirlos al mundo real.
Por ello, los juguetes especialmente en esta primera etapa de la vida, deben ser seleccionados pensando en una doble intención: la de proveer al infante de conocimientos.
Por ello, los juguetes a partir de los 9 – 10 meses, deben orientarse al desarrollo del lenguaje y de la caminata.
Una buena opción, parecen ser las muñecas y osos que hablan, ya que incentivará en el niño la capacidad decomunicación. Otro juego estimulante puede ser un teléfono de goma o plástico. Desde ya siempre tener presente las precauciones necesarias para evitar golpes y lastimaduras, como también intoxicaciones innecesarias.
Otro tipo de juguetes a tener en cuenta, son los que implican movimiento y desplazamiento. Por ejemplo, las alfombras didácticas o los vehículos capaces de transportarlos, como los triciclos por ejemplo.
En todos los casos, el adulto debe supervisar al menor.
Fuente: bebesmundo.com
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